EUROPA PRESS
16 abril 2016
Mentes más fuertes,
mentes más felices
Si la cuestión es ir sumando cada día un paso más hacia una
existencia más satisfactoria, las herramientas de la psicología cognitiva
podrían ser algo así como los ingredientes de la receta de ese plato favorito
que preparaban nuestras madres: alquimia cerebral para saborear nuestros
objetivos vitales.
Según
explica a Infosalus Rafael Santandreu,
psicólogo y autor de 'Ser feliz en Alaska' (Grijalbo,
2016), la felicidad no se está convirtiendo en un producto de consumo más, lo
que sucede es que existe una gran necesidad de ganar fuerza emocional. "El
mundo es cada vez más exigente y estamos todos crecientemente más locos. Por
eso, las herramientas para hacerse más fuertes y saludables cobran
importancia", comenta.
Santandreu considera que en los próximos tiempos podremos ver la aparición de
'gimnasios emocionales' en los que existirán diferentes salas a las que acudir
y tomar clases de 'spinning', 'zumba' o 'bodypump' mental. Si para Santandreu
en los años ochenta empezamos a cobrar consciencia de que nuestra salud física
dependía, en gran medida, de nosotros mismos, ahora empezamos a ver que la
salud emocional también se cultiva.
En
palabras del autor, sus libros son manuales para realizar una auto-terapia
psicológica completa sin necesidad de ir al psicólogo. 'Las gafas de la
felicidad' y 'El arte de no amargarse la vida' se encuentran entre los libros
de este tipo más vendidos. En este último título Santandreu
profundiza en más ámbitos a fortalecer y su propósito es acabar de perder todos
los miedos y disfrutar de la vida al máximo.
"No
van a encontrar soluciones mágicas. El cambio sólo vendrá tras un ejercicio
constante. La terapia cognitiva requiere, como mínimo, de una hora de deberes diarios.
Pero el resultado está prácticamente garantizado. Existen más de 2.000 estudios
publicados en revistas científicas que avalan su eficacia", añade.
A
continuación Santandreu nos desvela algunas de las
'virtudes' de la psicología cognitiva y nos propone cinco ejercicios para que
nuestra mente entrene sus fortalezas desde este mismo momento.
¿Por qué resulta tan práctica la
psicología cognitiva?
- Explica lo que nos
sucede: la gente no se da cuenta de cómo se deprimen o estresan a sí
mismos mediante su diálogo interno. Y lo primero que aprendemos con la
terapia es a distinguir cuáles de estas frases nos perjudican.
- Amuebla el coco:
para ser fuerte a nivel emocional, necesitas hacerte con una filosofía
personal de persona fuerte. Por ejemplo la de Stephen
Hawking, el científico en silla de ruedas. Sus
creencias acerca de la vida y de la muerte es lo que le han convertido en
un fenómeno. La psicología cognitiva te proporciona una filosofía
parecida.
- Ofrece un programa
pautado: la psicología cognitiva es como un manual de aprendizaje de
inglés. Contiene una especie de gramática, ejercicios y lecturas. Está
súper orientada al aprendizaje.
¿Qué te impide aplicar estas 'reglas'
cognitivas?
- La cerrazón mental:
la terapia cognitiva requiere apertura mental porque se trata de cambiar
creencias que estaban muy establecidas en tu mente. Pero si no las
cambiamos, nunca nos transformaremos.
- La idea de que aquí
se viene a sufrir: la gente que cree que el mundo es un "valle de
lágrimas" ya no intenta ser feliz y difícilmente hará el esfuerzo por
encontrar esa felicidad.
- La poca
perseverancia: cambiar el diálogo interno requiere de bastante esfuerzo.
Hay que estar dispuesto a trabajar duro todos los días. Pero la recompensa
es enorme: aprender a ser feliz.
5 ejercicios para la fortaleza interior
Santandreu escoge para los lectores de Infosalus cinco
propuestas para conseguir una mente más fuerte:
- Mira dentro de ti:
siempre que te encuentres nerviosa, triste o enfadada, pregúntate qué te
has dicho a ti misma para ponerte así. La principal máxima de la
psicología cognitiva es: "No nos afecta lo que nos sucede, sino lo
que nos decimos sobre lo que nos sucede". Si te dan un patada, no te afecta el golpe; si te insultan, no te
ofende la palabra malsonante. Es tu diálogo interno lo que te está
afectando.
Por eso, te propongo que cada día, analices qué te
estás diciendo cuando tienes una perturbación emocional. Siempre será algo del
tipo: "¡No lo puedo soportar!"; "¡Pero qué burra soy!";
"¡Esto es intolerable!"; "¡Menudo palo: ya me ha fastidiado el
día!"...
Fíjate bien: el problema no está en el exterior sino
en ti misma que pones un montón de condiciones a tu felicidad. Es como si te
dijeras:
"¡Las cosas deben ser así o no juego!". Es
estúpido porque siempre habrán adversidades y a mucha
gente todo eso no le impide ser muy feliz.
- Elimina los
"Deberías": los seres humanos nos volvemos locos cuando tenemos
una mente de "exigencias"; en vez de una mente de
"preferencias". Nos decimos: "¡DEBO hacerlo todo bien o muy
bien y de lo contrario: soy un gusano de la peor especie!". Y de cara
a los demás: "¡TODO el mundo me DEBE tratar
bien TODO el tiempo y si no es así, no lo puedo soportar".
Tanta exigencia es una locura porque a) eso no va a
suceder; b) ¿para qué lo necesitas? ¡Tanta perfección no es buena! Fíjate que
San Francisco de Asís decía: "Cada vez necesito menos cosas y las pocas
que necesito, las necesito muy poco".
Por lo tanto, cada vez que te perturbes y veas que
tienes una "superexigencia", transfórmala en una
"preferencia": "Me gustaría hacer esto bien, pero ¡qué leches!
no lo necesito para estar bien; de perdidos al río".
- Acepta
incondicionalmente a todo el mundo: date cuenta de que nadie es perfecto.
Todos cometemos fallos. La clave para tener los mejores amigos es "No
pedirle a nadie lo que le cuesta mucho, sólo lo que es capaz de hacer con
facilidad". A la amiga que se acuerda siempre de tu cumpleaños, no le
pidas que lo deje todo una noche para ir a consolarte porque te ha dejado
el novio. ¡Y al revés! A la que lo dejará todo, no le pidas que se acuerde
de tu cumpleaños. Entre todos tus amigos, cada uno con sus cualidades, lo
tendrás todo.
- Libérate de
necesidades: San Francisco de Asís dijo: "Cada vez necesito menos
cosas y las pocas que necesito, las necesito muy poco". Era un tipo
muy fuerte y feliz. Cuantas más necesidades tienes, más débil eres. Yo ya
solo necesito el agua y la comida del día. No necesito ni pareja, ni
empleo, ni que me respeten... Sólo requiero de mi capacidad de amar. Si
mañana pierdo la casa, el trabajo o la pareja...:¡Mala
suerte! Pero seré feliz igualmente porque ¡la vida está llena de
oportunidades de hacer cosas valiosas por mí y por los demás! Sólo con
esta mentalidad puedo estar libre de estrés y disfrutar de las cosas en
libertad.
- Dale una patada a
la incomodidad: en la actualidad, tenemos endiosada a la
"comodidad". Nos han transmitido que
"comodidad=felicidad" y eso es una gran mentira. Una buena vida
es una vida activa, divertida... no megacómoda.
Yo hago montañismo y me encanta patear las montañas. No es precisamente
una actividad cómoda pero me hace sentir genial. Cada vez que te pongas
nerviosa porque la cola del supermercado no avanza o porque hay un atasco
de tráfico. ¡dale una patada a esa absurda necesidad de comodidad y vuelve
a ser feliz con la situación en la que estés! En el súper, ponte a
responder mensajes o fíjate en las caras interesantes de la gente. En el
atasco, ponte música y disfruta cantando.